Es inaudito, ella te mira pálida impávida ante tu falta de... ¿inspiración, ¿voluntad?, ¿coraje? y ni siquiera pestañea.
Lo que no se le puede achacar de ninguna manera es que no te espere, ella siempre esta ahí. Esperando llenarse de lírica, poesía, musicalidad o por que no; garabatos, formas y colores.
En nosotros esta desempeñar tamaña responsabilidad, aunque muy pocas veces, lamentablemente, podemos hacerlo.