13 ene 2011

Ateneo

Eras una tormenta, eras indomable, eras hermosamente complicada.
El mundo entero se acercaba solamente a mirar semejante rebeldía,
eras la Revolución soñada. En tus ojos estallaban cañones y había brillo de felicidad.
Ibas mas allá de todo y todos,
yo me quedaba callado, porque tu punto de vista era el mio. Vos eras yo,
Y un día, sin mas. Dicen, que te apagaste, que tu fuego se extinguió.
Que tu rebeldía fue muerta, por un viejo dictador, o un nuevo verdugo,
y esa Revolución que eras, quedo trunca, horriblemente sola.
Yo se que no es así, que no podrán apagar semejante fuego, que un día,
recordaras quien eras. Te dará rabia haberte autoexiliado a quien sabe donde,
y resurgirás.


Y como siempre, y como nunca. Voy a estar ahí, para maravillarme ante semejante fuego.

1 comentario:

  1. creo que acá va como piña:

    "The garden where you sit
    Has never a need of flowers,
    for you are the blossoms
    and only a fool or the blind
    would fail to know it"

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